El IES Río Júcar se encuentra en Madrigueras, un pueblo de algo más de 4000 habitantes a 30 kilómetros de Albacete. Hace algo más de diez años una renovación de equipo directivo apostó por el cambio metodológico y la construcción de una comunidad educativa colaborativa que ha convertido al instituto en un referente en la zona. El alumnado de Grado Básico es parte y motor de esta comunidad y brilla en esta etapa antes de acceder a Grado Medio.
Los datos del IES Río Júcar hablan por sí solos: el alumnado de CFGB titula en un 75%, siendo el 95% de los que llegan a segundo curso. A partir de ahí, promociona a grado medio un 85% de los titulados. De los 59 profesores del centro, el 85% participan voluntariamente en los grupos de trabajo STEAM y que coordinaron hasta 25 proyectos interdisciplinares e interetapa en el curso 23-24.
Una visita al IES Río Júcar ilustra qué estructuras y procesos sostienen y dinamizan una cultura docente colaborativa y centrada en el aprendizaje, y de qué manera la innovación puede servir para incluir y poner en valor los talentos de todas las personas.
El IES Río Júcar se ha convertido en los últimos años en un referente regional por su metodología, de la mano de su proceso de transformación en centro STEAM, sello de calidad en Castilla la Mancha que reconoce la integración de las ciencias, la tecnología, la ingeniería, el arte y las matemáticas en procesos de aprendizaje centrados en el alumnado.
Los principios de la metodología STEAM se centran en huir de la atomización de los saberes, trabajándolos de manera integrada, mediante nuevas metodologías y con foco en los procesos de aprendizaje.
Actualmente el alumnado de todos los cursos, etapas y departamentos forman parte de diversos proyectos interdisciplinares e interetapa de centro, llegando en el curso 23-24 a recopilar hasta 15 proyectos en su feria de de metodologías STEAM, la principal cita anual del centro, en la que alumnado y profesorado muestran sus proyectos a profesorado de toda la región.
El alumnado de Grado Básico forma parte de la mayoría de los proyectos propuestos, teniendo la oportunidad de aprender a través de metodologías innovadoras, generar conexiones con distintas áreas de conocimiento, crear sinergias con alumnado y profesorado de otras etapas y ser parte y representante de los hitos de la vida escolar. El ciclo de Electricidad y Electrónica se encuentra plenamente incluido en todas las dinámicas escolares, lo cual contribuye a que se conciba como la manera profesionalizante de completar la educación secundaria.
Visitamos el centro en mayo de 2024, poco después de que culminase el proyecto de los Juegos Olímpicos, en el que todos los cursos competían en distintas disciplinas, organizados por el alumnado de CFGB y Bachillerato.
La idea de estas olimpiadas se le ocurrió a Borja, un docente recién llegado al centro que tenía interés en trabajar el relieve y mapas de islas y relacionarlo con el año olímpico. Cuando planteó la idea no imaginaba que todo el centro se implicaría en el proyecto. “Yo no sabía lo que era el STEAM, y cuando lancé la idea fui un poco inconsciente” comenta entre risas valorando hasta donde han llegado. Todos los compañeros van tomando la palabra para explicar las distintas fases de un proyecto que todos sienten como propio.
En 1º ESO se crearon unas islas imaginarias; después cada clase ideó la bandera de su isla, y se hizo un concurso para elegir la sede olímpica. No faltó la elección de mascota ni el himno, creado por el departamento de Música. También el día de Europa se organizó una carrera solidaria en el pueblo. El día de las olimpiadas se celebraron pruebas en las que se integraban la mayoría de las disciplinas académicas impartidas en el centro. El alumnado del grupo de convivencia se hizo cargo de redactar las normas de juego limpio y arbitrar las pruebas.
Este proyecto agrupó a docentes de Física y Química, Cultura Clásica y Equipos Electrónicos y al alumnado de ESO, Bachillerato y Grado Básico, que trabajaron en torno a las constelaciones, la astronomía y la mitología.
El alumnado de Física y Química estudió la información astronómica de diversas constelaciones, y la plasmaron en fichas técnicas interactivas. En Cultura Clásica se amplió el estudio, incluyendo aspectos de la mitología asociada a cada constelación. Además, los alumnos representaron las constelaciones a través de cuadros vivientes, cortometrajes y relatos figurados de los protagonistas en primera persona. El alumnado de Electricidad y Electrónica fueron los encargados de soldar la forma de las constelaciones con luces LED. El resultado fue un proyecto que ha sido expuesto por el alumnado de las distintas materias tanto en la feria STEAM como en otros eventos regionales.
En palabras de Alfredo, profesor que a pesar de haberse jubilado sigue colaborando de múltiples formas con el instituto: “Como en tantos proyectos, la historia se complicó de forma maravillosa, llegando el alumnado crear un libro que se ha publicado y que el alumnado considera su atlas de astronomía.”
A mediados de curso, surgió el proyecto de azulejería; Julián trabajaba en Geografía e Historia el dibujo nazarí y, junto a Yolanda y Alicia, profesoras de Plástica, vieron la ocasión de recrear la azulejería de la época. El azar quiso que en el centro hubiera un horno en desuso y que Alicia hubiese trabajado como maestra azulejera. Junto a su compañera Yolanda hicieron pruebas durante unos meses y después involucraron a todo el alumnado de 2º, 3º y 4º de ESO en la creación de un mural que recrea una sala de la Alhambra y que decorará uno de los pasillos principales del instituto.
Los múltiples proyectos del centro van dejando huella en cada rincón del instituto, que transmite vida y dinamismo. Por todas partes se ven murales, fotos, maquetas y piezas de proyectos anteriores.
““Este tipo de proyectos ayudan a quitar etiquetas al alumnado de Básica. Darles la oportunidad de compartir un proyecto con compañeros de otras etapas, puede ser definitivo para que no se sientan excluidos del sistema educativo. Al implicarles en un proyecto con compañeros con quienes dejaron de compartir clase en 6º de Primaria.” “
Tutor de Grado Básico
La estructura que permite tal colaboración en este centro público resulta inspiradora por su aparente sencillez y flexibilidad, así como por los beneficios que aporta a la comunidad educativa, que trascienden la calidad de los productos finales de sus proyectos.
El profesorado del centro se articula voluntariamente en grupos de trabajo, llamados escenarios de aprendizaje, cada uno de los cuales se reúne semanalmente para dar forma a propuestas de proyectos y encontrar sinergias.
En esta tolerancia al error, los docentes aplican la misma filosofía procesual que en los procesos de aprendizaje del alumnado, entendiendo los errores como parte de cualquier aprendizaje significativo. Una docente comenta: “El primer trimestre es de maduración de ideas, también de colapso en algunos momentos, pero siempre sale algún compañero que ayuda a sacarlo adelante. Siempre pasa que hay alguna idea que se ha quedado estancada, pero al final te sorprende cómo las ideas han cristalizado, aunque haya momentos de vértigo”.
Además de retratar la estructura que sostiene este modo de trabajo, es interesante comprender cómo se llegó hasta allí e indagar en las pistas que arroja un proceso de transformación de centro.
Fran Selva, antiguo director del centro explica cómo se inició la transformación de ser un instituto al uso a convertirse en la comunidad educativa referente que visitamos hoy:
“Hace unos doce años nos juntamos un grupo de personas inquietas con ganas de cambio; nos preocupaba cuando veíamos desencanto en el alumnado, familias o los profesores y presentamos un proyecto de Dirección con el foco en el bienestar y aprendizaje del alumnado. Juntos avanzamos a la magnífica tarea de intentar cambiar el centro. Sabíamos que en el centro de nuestras transformaciones estarían los niños y las niñas y cómo aprenden. Nos planteamos: ¿qué está diciendo la ciencia sobre cómo funciona el aprendizaje? Aprendimos que la eficacia colectiva de los docentes es el factor predominante en el progreso académico del alumnado, y que el conocimiento se ha de presentar y trabajar de manera integrada, no de manera atomizada. “
Preguntamos a Fran Selva qué lecciones aprendieron acerca de cómo llevar a cabo transformaciones de centro. Incide varias veces en que cada solución ha de ser contextualizada, y nos aporta algunas ideas aplicables a cualquier entorno:
En el caso del IES Río Júcar se decidió poner en el centro el aprendizaje del alumnado sin dejar a nadie atrás. En torno a ese gran objetivo se decidirían después estructuras, procesos, metodologías, sabiendo que si se pierde ese foco, se pierde el impacto. En palabras de Fran: “El cambio por el cambio, no mejora la educación. Las metodologías están al servicio del aprendizaje de los estudiantes. El aprendizaje basado en proyectos no deja de ser una herramienta para que el alumnado integre competencias”.
Fran señala la importancia de compartir la toma de decisiones, por difícil que sea, como clave para forjar comunidades corresponsables y comprometidas. Tener claridad sobre los objetivos compartidos ayuda a centrar las conversaciones difíciles y llegar a consensos poniendo en valor qué es lo mejor para el aprendizaje del alumnado.
Tras años de esfuerzos y cambios, el equipo impulsor de este cambio ha hecho las paces con los errores y les otorgan el valor que merecen. “La ciencia ha demostrado que el error es motor de aprendizaje: nuestro cerebro tiene mayor plasticidad cerebral tras haber cometido un error. Esto es contracultural, puesto que venimos de un modelo pedagógico que penaliza el error “ – explica Fran.
Es clave contar con algunas personas dispuestas a implicarse en el cambio, que estén dispuestas a “echarse lo feo a la espada cuando y repartir flores cuando vengan”.
Es habitual emprender cambios guiados por la urgencia y la motivación, pero el equipo impulsor del IES Río Júcar nos recuerda que lo que no se evalúa, se devalúa. Es importante medir el abandono, las tasas de idoneidad, recoger datos que avalen los cambios y permitan extraer lecciones.
““La investigación ha demostrado que los liderazgos educativos que funcionan son los liderazgos horizontales, transformadores y orientados a la pedagogía.” “
Ex-director del IES Río Júcar
Lograr motivar y coordinar al profesorado en torno al trabajo interdisciplinar por proyectos no siempre es tarea sencilla. Sin embargo, el profesorado del IES Río Júcar encuentra en estas estructuras colaborativas una oportunidad ilimitada de aprendizaje entre pares y desarrollo profesional, gracias a lo cual el alumnado aprende competencialmente integra saberes, se identifica con el centro y vincula con alumnado y profesorado de otras clases y etapas.
Preguntamos al profesorado cuál es la clave para aglutinar a la práctica totalidad de la comunidad docente en este modo de trabajo:
Por una parte, expresan que la voluntariedad es necesaria, de modo que el profesorado pueda elegir en qué medida involucrarse en los proyectos. Aunque el 85% del profesorado escoge formar parte de los escenarios, todos los docentes, tomen parte de ellos o no, pueden unirse a los proyectos que se llevan a cabo.
Por otro lado, el profesorado destaca recurrentemente la importancia de contar con un equipo directivo que apoya los proyectos ofreciendo recursos, flexibilizando horarios, agilizando los tiempos y concediendo autonomía al profesorado.
Los docentes subrayan que esta estructura impulsa su motivación y desarrollo profesional. Al hablar de los proyectos recuerdan con cariño anécdotas de los momentos de creación compartida, agradecen el apoyo y la búsqueda de soluciones conjunta, aprenden unos de otros y conocen y reconocen los talentos de los compañeros. Es ciertamente llamativo como el profesorado sabe cómo trabajan los compañeros y sacan pecho de proyectos en los que no necesariamente están implicados, lo cual ejemplifica una cultura de reconocimiento colectivo que impulsa la mejora continua y deja de lado el individualismo y la competitividad.
Asimismo, una docente apunta cómo trabajando de este modo conocer mejor a sus compañeros y el currículum de la etapa, propiciando que surjan sinergias y se evite trabajar objetivos de aprendizaje de manera aislada desde varias asignaturas. Este modo de trabajo propicia también el conocimiento de todo el alumnado, de manera que “los alumnos son de todos” y todas las personas velan por su bienestar.
Los equipos nos explican cómo aprender a trabajar y crear en equipo ha sido un proceso para ellos. Explican que con el tiempo han aprendido a reconocer y hacer crecer una idea cuando surge, y también que forjar los proyectos toma su tiempo y que es necesario tolerar la frustración cuando los proyectos se atascan. Otro de sus aprendizajes es no asumir como fracaso los proyectos que no llegan a fructificar.
En esta tolerancia al error, los docentes aplican la misma filosofía procesual que en los procesos de aprendizaje del alumnado, entendiendo los errores como parte de cualquier aprendizaje significativo. Una docente comenta: “El primer trimestre es de maduración de ideas, también de colapso en algunos momentos, pero siempre sale algún compañero que ayuda a sacarlo adelante. Siempre pasa que hay alguna idea que se ha quedado estancada, pero al final te sorprende cómo las ideas han cristalizado, aunque haya momentos de vértigo”.
Además de retratar la estructura que sostiene este modo de trabajo, es interesante comprender cómo se llegó hasta allí e indagar en las pistas que arroja un proceso de transformación de centro.
Fran Selva, antiguo director del centro explica cómo se inició la transformación de ser un instituto al uso a convertirse en la comunidad educativa referente que visitamos hoy:
“Hace unos doce años nos juntamos un grupo de personas inquietas con ganas de cambio; nos preocupaba cuando veíamos desencanto en el alumnado, familias o los profesores y presentamos un proyecto de Dirección con el foco en el bienestar y aprendizaje del alumnado. Juntos avanzamos a la magnífica tarea de intentar cambiar el centro. Sabíamos que en el centro de nuestras transformaciones estarían los niños y las niñas y cómo aprenden. Nos planteamos: ¿qué está diciendo la ciencia sobre cómo funciona el aprendizaje? Aprendimos que la eficacia colectiva de los docentes es el factor predominante en el progreso académico del alumnado, y que el conocimiento se ha de presentar y trabajar de manera integrada, no de manera atomizada. “
““Nos planteamos: ¿qué está diciendo la ciencia sobre cómo funciona el aprendizaje? Aprendimos que la eficacia colectiva de los docentes es el factor predominante en el progreso académico del alumnado, y que el conocimiento se ha de presentar y trabajar de manera integrada, no de manera atomizada. ““
Ex-director del IES Río Júcar
Preguntamos a Fran Selva qué lecciones aprendieron acerca de cómo llevar a cabo transformaciones de centro. Incide varias veces en que cada solución ha de ser contextualizada, y nos aporta algunas ideas aplicables a cualquier entorno:
En el caso del IES Río Júcar se decidió poner en el centro el aprendizaje del alumnado sin dejar a nadie atrás. En torno a ese gran objetivo se decidirían después estructuras, procesos, metodologías, sabiendo que si se pierde ese foco, se pierde el impacto. En palabras de Fran: “El cambio por el cambio, no mejora la educación. Las metodologías están al servicio del aprendizaje de los estudiantes. El aprendizaje basado en proyectos no deja de ser una herramienta para que el alumnado integre competencias”.
Fran señala la importancia de compartir la toma de decisiones, por difícil que sea, como clave para forjar comunidades corresponsables y comprometidas. Tener claridad sobre los objetivos compartidos ayuda a centrar las conversaciones difíciles y llegar a consensos poniendo en valor qué es lo mejor para el aprendizaje del alumnado.
Tras años de esfuerzos y cambios, el equipo impulsor de este cambio ha hecho las paces con los errores y les otorgan el valor que merecen. “La ciencia ha demostrado que el error es motor de aprendizaje: nuestro cerebro tiene mayor plasticidad cerebral tras haber cometido un error. Esto es contracultural, puesto que venimos de un modelo pedagógico que penaliza el error “ – explica Fran.
Es clave contar con algunas personas dispuestas a implicarse en el cambio, que estén dispuestas a “echarse lo feo a la espada cuando y repartir flores cuando vengan”.
Es habitual emprender cambios guiados por la urgencia y la motivación, pero el equipo impulsor del IES Río Júcar nos recuerda que lo que no se evalúa, se devalúa. Es importante medir el abandono, las tasas de idoneidad, recoger datos que avalen los cambios y permitan extraer lecciones.
Cuando el instituto empezó su transformación existía un problema de abandono escolar entre el alumnado a quien no le iba bien en la vida académica. El alumnado de Grados Básicos y su profesorado sufrían el estigma del fracaso escolar. El equipo impulsor sintió la responsabilidad de representar una alternativa que retuviera al alumnado, siendo conscientes de que quien no estaba escolarizado en la comarca fácilmente caería en consumos y situaciones precarias.
Fran aporta una idea aplastante por su sencillez: “Si quieres frenar el abandono educativo, haz que los niños estén a gusto en el centro educativo. Si los nenes están más a gusto fumando en un parque que en el centro, tenemos un problema. “
“Fue un proceso -explica Ana Lucía, una de las jefas de estudios- antes la Básica estaba en otro edificio, ellos mismos se aislaban y no querían formar parte. Los profesores no querían coger la Básica porque era donde había más problemas de convivencia. Ahora no hay partes de convivencia, eso ha hecho que ahora los profes elijan esas clases. Pero eso ha cambiado porque los chicos ya se sienten parte.”
Para lograr esa inclusión para todo el alumnado, el equipo directivo escogió los primeros años dar clase en la Básica, evitando la falta de motivación por dar clase en la etapa y la rotatividad de profesorado.
Una de las claves para que un entorno escolar preventivo fue apostar por su plena inclusión en el centro, y trasladar este propósito a todas las decisiones:
Para un visitante, los alumnos de Básica podrían pasar por el equipo de Pepe, el actual director, ya que dentro de sus clases de Instalaciones de Telecomunicaciones, están recurrentemente implicados en reparaciones y mejoras de las instalaciones del centro: uno de sus proyectos del curso 23-24 consistió en instalar la megafonía del centro, y está previsto que el curso siguiente sustituyan el timbre por hilo musical.Obviamente, ser protagonistas de estas mejoras y vincular de manera tan directa con la dirección del centro resignifica las expectativas del alumnado sobre sí mismos y potencia la valoración de sus propios logros.
“Cuando llegas aquí sorprende ver a docentes de Básica integrados en todos los proyectos del centro. De esta manera el alumnado queda integrado en los mismos proyectos que el alumnado de la ESO y de Bachillerato, y todos entendemos que también son nuestros alumnos y que van a obtener el mismo título, aunque lo obtendrán trabajando por ámbitos y por competencias profesionales. ” Explican Alicia y Yolanda, profesoras de Plástica.
Mª Carmen, profesora de Formación y Orientación Laboral explica que han formado parte de un proyecto de Sostenibilidad junto con Geografía e Historia y 3º ESO en el que estudiaban la demografía y el tejido empresarial de la comarca; el proyecto incluía la concienciación al alumnado de la ESO y la exposición de conclusiones en la Universidad de Albacete.
En la puesta en común de proyectos, o cuando vienen visitas al centro, los alumnos de Básica son encargados de mostrar su centro y sus aprendizajes; esto hace que puedan sentirse parte y valiosos. Sus profesores recuerdan como Raúl, alumno de 2º de CFGB fue protagonista en la acogida de la Viceconsejera cuando les visitó.
Desde hace unos años, además, el instituto organiza prácticas en el extranjero para alumnado de ciclos formativos. A los alumnos de Básica, por supuesto, se les ofrece también asistir. Iván, su coordinador, explica: “El Erasmus nos lleva mucho trabajo, y cuando llega el momento de elegir quiénes podrían ir, tenemos claro que debemos proponérselo a quienes menos oportunidades podrían tener de tener una experiencia así.”
El cambio metodológico también ha tenido un importante impacto en los aprendizajes y clima de aula en los Grados Básicos.
Iván trabaja en el taller mediante propuestas que favorecen el desarrollo de la autonomía, confianza e iniciativa del alumnado. A finales de mayo visitamos el taller en el que los 13 alumnos de básica trabajaban de manera autónoma en la resolución de sus prácticas y sus proyectos finales.
Cada alumno ha propuesto como proyecto final el montaje de una maqueta con propuestas interesantes que han encontrado en internet: Javier y Antonio desarrollan un robot que sigue líneas negras; Borja, un coche seguidor de luz; Lucinio, un cubo LED; Víctor y Diego, un altavoz Bluetooth; Aitor, un arpa LED…
“Funciona dejarles tomar decisiones, elegir qué quieren hacer. Ellos demandan trabajar por proyectos, me dicen: “He visto esto en esta web, ¿lo podemos montar en clase?” De otra manera, si entramos al aula solo dándoles decisiones tomadas por nosotros mismos e indicándoles lo que tienen que hacer, perdemos su motivación, debemos dejarles tomar parte de cómo vamos a aprender.”- comenta Iván.
Derivación temprana
El alumnado de Básica del IES Río Júcar se encuentra satisfecho de terminar su educación secundaria por el itinerario de Grado Básico. Las jefas de estudios explican que a parte del alumnado le funciona muy bien la derivación temprana, tras haber cursado 2º ESO, cuando una experiencia insatisfactoria en la ESO no ha hecho demasiada mella en su autoestima y pueden cambiar al itinerario profesional antes de desengancharse de las dinámicas escolares.
Esta derivación temprana facilita asimismo que el alumnado no pierda contacto con los compañeros que siguen en la ESO; en el instituto siguen compartiendo recreos y participando conjuntamente en los proyectos.
Además de una importante reducción del abandono escolar, la Básica del IES Río Júcar ha logrado una gran tasa de continuidad del alumnado hacia Grados Medios, y con un nivel competencial que les asegura poder continuar en la etapa con éxito.
Raúl repitió 1º de Básica y ahora cursa Grado Medio junto a casi toda su promoción: “Yo al principio daba muchísimos problemas. Cuando llegué todo me daba igual, hacía lo justo, pero luego cuando vas haciendo las cosas bien los maestros te dan confianza y eso es un gran apoyo. Ves que los profesores están ahí para lo que te haga falta y que de verdad les importas y poco a poco te implicas, intentas hacerlo todo lo mejor posible.
Arturo comenta cómo se ve en Grado Medio, tras haber cursado Básica: “Yo creo que un Grado Medio tiene muchas más salidas que un Bachillerato, quieras que no sales con conocimientos, con prácticas y con horas de trabajo a tus espaldas. Al entrar yo me imaginaba que no había que hacer mucho, pero luego vi que sí, que hay que hacer mucho, aunque son cosas técnicas. ”
Cada vez que visitamos un centro referente nos llama la atención como el alumnado se siente identificado con el centro y con su trayectoria formativa; aspectos altamente protectores que bien podrían ser los objetivos de cualquier transformación de centro que aspirase a evitar el abandono y potenciar la continuidad académica en la etapa.
Una visita a Río Júcar nos hace conocer una lógica de inclusión y trabajo interdisciplinar que contagia por su sentido común y su capacidad movilizadora.
¿Cómo puede el ejemplo del IES Río Júcar aportar a tu centro? Te animamos a releer los recuadros destacados para identificar líneas de acción que potencien factores de éxito en la Básica en tu centro y contexto.
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