En el IES Campiña Alta, tras la pandemia, se ha observado un aumento significativo de problemas de salud mental y convivencia en el alumnado, lo que ha afectado el rendimiento académico y el bienestar general. Su impacto no se limita a los estudiantes, sino que también ha afectado profundamente el bienestar emocional de los docentes, quienes enfrentan grandes desafíos en su labor diaria. La alta rotación de profesorado en el centro ha incrementado la presión sobre los docentes, especialmente los noveles, que necesitan apoyo en la gestión emocional y en la creación de un entorno de aula positivo y seguro.
La propuesta de este Grupo de Mentalización nace de la necesidad de abordar la dimensión emocional del profesorado que ha sido hasta ahora desatendida. Sabemos que un docente que no puede regular adecuadamente sus emociones debido al estrés crónico o al síndrome de agotamiento profesional (burnout) es un docente que tiene dificultades para conectar de forma efectiva con su alumnado, y eso impacta directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Los marcadores más comunes del burnout que deben ser identificados y abordados son:
Es crucial que el centro adopte estrategias para apoyar el bienestar emocional de los docentes, proporcionándoles herramientas de gestión emocional, resiliencia y habilidades para crear un entorno seguro y colaborativo en el aula.
Los responsables de facilitar las sesiones son los responsables de Convivencia y Mediación, Álvaro García y Juan José Palmis. Ellos guían las sesiones siguiendo un enfoque basado en la mentalización y promoviendo la cohesión del grupo.
Antes de cada sesión, los participantes se reúnen en un entorno informal (como una comida) para fortalecer los vínculos personales y reactivar procesos que contrarrestan el agotamiento profesional.
Es conveniente repetir en las sesiones la práctica de situarse en círculo, ya que eso favorece la comunicación entre los docentes en las sesiones.
El rol de los docentes en estas sesiones es tanto individual como colectivo: deben trabajar en su propio bienestar emocional mientras contribuyen a la creación de un espacio seguro de apoyo entre colegas.
En cuanto a la aplicación de casos concretos, se aborda la experiencia de los docentes en su contexto laboral, lo cual les permite aplicar las herramientas de regulación emocional a situaciones reales.
Se trabajan las emociones negativas que afectan el día a día del docente y se busca la construcción de estrategias personalizadas para enfrentarlas.
Las prácticas incluyen la mentalización, que consiste en reflexionar sobre las propias emociones y las de los demás, y el desarrollo de estrategias de regulación emocional para gestionar el estrés de manera efectiva.
Es esencial desarrollar un sistema de evaluación que permita identificar a tiempo los síntomas de burnout y diseñar intervenciones adecuadas. La evaluación debe incluir:
La integración en el centro de docentes con años de experiencia con docentes de nueva incorporación resultó un reto, puesto que la diferencia generacional ocasionó alguna dificultad. De todo esto se habló en estas sesiones llegando a un entendimiento mayor según avanzaban las sesiones.
Ante el éxito alcanzado, este curso se volverá a crear este grupo de mentalización para docentes. Y, como propuestas de mejora, se incluye un proceso de mentoría para profesores noveles, donde tendrán la figura de un profesor tutor que le ayudará en toda su práctica docente.
“Hablar de mi día a día en el aula e, incluso, de mis situaciones personales me ayudó mucho para afrontar los retos de cada día“
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