El CIFP Tony Gallardo inició un proceso de transformación en el año 2019 con Agar García Hernández como directora, acompañada por Samuel Neris Navarro como jefe de estudios y coordinador de los grados básicos. Junto a Alberto Díez, encargado de la Convivencia, conforman el equipo directivo con presencia en los grados básicos. En 2024 el Tony Gallardo es un centro de referencia en FP en Canarias, reconocido por su transformación metodológica y por su buen hacer en los ciclos formativos de grado básico.
Las dos líneas principales que guiaron el camino de transformación de centro emprendido en 2019 fueron la apuesta por la transformación metodológica y la determinación del equipo directivo para que la Básica estuviera en el centro de la innovación.
Actualmente, más del 70% de su alumnado procede de un contexto migratorio como menores no acompañados. Ante esta realidad la apuesta del centro es clara: no dejar a nadie atrás y sacar a todos adelante, confiando en que los grados básicos son el mejor recurso disponible para ampliar sus opciones profesionales y vitales. ¿Es posible?
¡Por supuesto! Los resultados lo avalan. La última promoción ha logrado una tasa de titulación de 95 % y 80 % de continuidad en sus últimas promociones para un alumnado en su mayoría recientemente llegado a España desde África y con contextos migratorios complejos.
Visitar el Tony Gallardo aporta enseñanzas inspiradoras acerca de cómo el cambio metodológico y la vocación por los estudiantes pueden impulsar dinámicas de confianza, motivación y crecimiento que se reproducen en el equipo docente y en el alumnado, salvando desafíos habituales de los ciclos de grado básico.
El CIFP Tony Gallardo es conocido por su metodología de proyectos intermodulares que implican al profesorado y alumnado de todas las familias profesionales y sitúan los aprendizajes técnicos y profesionales en el centro.
Cuando se conversa con su equipo, se percibe que lo más potente de esta transformación es que se asienta sobre una visión clara: la visión para el alumnado es sacar a TODOS adelante, fomentar el crecimiento personal y el desarrollo de competencias profesionales. Samuel, jefe de estudios de Básica, explica: “En Tony Gallardo se apuesta porque la innovación sea desde la Básica y que los buenos resultados luego vayan contagiando a los medios y superiores. Además, sostenemos una visión del estudiante como profesional; acceder al mundo del trabajo es lo que les abrirá puertas y oportunidades en sus vidas”.
Una enorme fortaleza del Tony Gallardo es que esa visión ambiciosa no se encuentra únicamente en las mentes del equipo directivo, sino que logran que sea compartida por un claustro de profesores que cambia sustancialmente año a año y que sirve de inspiración en el día a día.
““¡Aquí la básica es nuestro punto fuerte! Y así se lo hacemos saber al alumnado, a los profes y a la administración” “
Directora del CIFP Tony Gallardo
Desde hace unos años, gran parte de la actividad lectiva de los CFGB se engrana en la participación en grandes proyectos de centro.
Cuando visitamos el centro todos los docentes y alumnos estaban trabajando en el proyecto Navegando con la Básica, que culminaría con la celebración de los días de África y de Canarias, y en el que los alumnos descubrían y construían instrumentos del folclore tradicional Canario y Africano. Azael, estudiante, nos explicó: “En cada módulo estamos haciendo algo relacionado con el proyecto. El día de la celebración habrá un punto de interacción de cada módulo”. Horas más tarde, los alumnos de las tres especialidades se reunieron con dos lutieres que les hablaron de su profesión y del folclore canario.
Durante el mismo curso, antes de abordar la música y la tradición, el centro entero “Pedaleó con la Básica” en otro proyecto, construyendo un aparcamiento para bicicletas, y reuniéndose con la empresa municipal de bicicletas para solicitar una parada en el barrio.
La transformación metodológica en Tony Gallardo vino de la mano de la transformación de espacios, con la creación del aula Ateca, un espacio de tecnología aplicada que cuenta con mobiliario adaptable, croma, radio escolar, impresoras 3D, espacios colaborativos, etc. Actualmente, los docentes cuentan con múltiples recursos espacios que se prestan a la docencia compartida y la creación.
Samuel, el jefe de estudios, ha aportado a la renovación metodológica su trayectoria como maestro y director de Primaria y su gran capacidad para animar e impulsar: “Si tú emocionas al alumnado, no se le va a olvidar. Cualquier objetivo se puede trabajar desde el proyecto, entre todos buscamos el anclaje curricular. Cada proyecto es diferente, no los repetimos porque necesitamos que sean vivos, dinámicos, que se reproduzca la emoción y la chispa de crear algo por primera vez”.
Se cumple en este caso que la ilusión de la Dirección se reproduce en su profesorado: “Sé que en otros sitios los de Básica quedan un poco relegados, pero aquí es al contrario, -comenta Nena, tutora de uno de los grupos- ¡nosotros estamos un poco subiditos por ser de Básica!
El modelo muestra cómo el aprendizaje basado en proyectos ofrece al alumnado la posibilidad de desarrollarse competencialmente en situaciones de aprendizaje contextualizadas y cercanas a la realidad, lo cual activa la motivación.
Los docentes han observado cómo los proyectos ayudan al alumnado a construir confianza, cohesionar los grupos, reforzar la identidad de centro y prevenir el absentismo: “El trabajo en equipo ha ayudado mucho a cohesionar los grupos; comprender las dinámicas de los grupos y mezclarlos ha ayudado mucho. Además, desde que se presentó el primer proyecto se identificaron mucho con su identidad como alumnos de la básica y sus creaciones. Se enganchan con su producto y vienen porque saben lo que toca trabajar al día siguiente, y el absentismo se reduce, comenta Carmen, docente de taller de Fabricación y Montaje.
La metodología facilita además el desarrollo de competencias blandas esenciales para el desarrollo profesional como la autonomía, la responsabilidad y el trabajo en equipo. Alberto, coordinador de convivencia, explica: “El trabajo por proyectos les concede protagonismo: se identifican con sus proyectos y los presentan ante sus familias, de forma que son validados. En la definición de los proyectos se les pide su opinión, se les escucha; y a algunos alumnos esto no les ha pasado antes”.
Otro beneficio del cambio metodológico es que se ha roto con el aislamiento docente. El hecho de trabajar por proyectos hace que el profesorado empiece a conocerse más entre sí. Llama la atención, cuando se comparte con el claustro, que no se perciba distancia entre familias profesionales, y tampoco entre profesorado de ámbitos y de taller.
“Esta unión entre docentes que damos a la Básica es especial. Mi experiencia en otros centros es que tú estabas con tu familia, conocías a los cinco o seis profesores de tu familia; te cruzabas con otros tres en la cafetería y al resto del instituto ni los conoces; a lo mejor estás al lado de mi taller, pero no tengo ni idea de qué haces. Aquí con los proyectos trabajamos con otras familias. Todos vamos a una y te ves reforzado”, comenta un docente que llegó este año por primera vez al Tony Gallardo.
Los beneficios de esta metodología son evidentes, pero ¿cómo construir una cultura de centro de trabajo intermodular por proyectos? Ciertamente, incentivar y coordinar una estructura que facilite el trabajo por proyectos en un instituto no es tarea sencilla. El CIFP Tony Gallardo puede aportar claves para ello desde la estructura organizativa, la cohesión del profesorado y el liderazgo escolar.
Algo recurrente en las visitas a centros con cultura de aprendizaje basado en proyectos es la flexibilidad y la aparente sencillez de las estructuras, lo cual brinda autonomía y libertad al profesorado y le anima a probar tareas ambiciosas sin excesivo miedo al error o a implementar cambios. Las estructuras de colaboración deben ser suficientemente ligeras para soportar la rotación, y atractivas para animar al profesorado a participar.
Sorprende la sencillez con que el profesorado explica cómo coordinan los proyectos: todo el equipo educativo de la básica, integrado por veintiún profesores, comparte una hora de reunión semanal. La chispa de los proyectos suele salir en estas reuniones. “Alguien propone un proyecto, sumamos ideas, buscamos anclaje curricular y vamos colectivamente sumando ideas al proyecto”-comenta Samuel.
Preguntamos al equipo por el funcionamiento de esas reuniones, y cómo logran que sean efectivas. Los docentes le reconocen a Samuel su labor coordinando estos espacios y describen la calidad de estos momentos de colaboración: “Es mérito de Samuel que en las reuniones vayamos al punto, no nos centremos en quejas, sigamos el orden del día, busquemos soluciones y nos sintamos útiles para bien. Cuando nos quedamos atascados o estamos tensos, cantamos una canción y cortamos. Una buena práctica, también, es que nos reconocemos mucho cuando uno hace una buena aportación”:
Agar, como directora, tiene claro que el objetivo con el profesorado pasa por contagiar y apoyar para que crezcan profesionalmente: “Se intenta que cada proyecto sea un profesor quien lo lidere, para que se empodere, se desarrolle y se sienta respaldado por el equipo directivo” Y a juzgar por los comentarios e implicación de su equipo, lo consiguen.
“A veces llegas aquí que te falta el aire y encuentras veinte manos que te ayudan. Sí, es como un coworking, la sensación de tener el objetivo común hace que todos nos apoyemos y cuando una persona se libera de horas, de manera natural entramos en otra clase, vemos en qué podemos ayudar…”- docente de Básica.
Carmen explica cómo las reuniones sirven también para alinear enfoques entre docentes: “La reunión semanal es súper importante para trabajar conjuntamente e ir en la misma sintonía. Y si algo no funciona y lo estamos viendo, en las reuniones nos lo decimos y nos recomendamos cambios. A veces pasa que los docentes de ámbito y los de taller funcionamos de manera distinta con el alumnado; sobre todo al principio de curso las reuniones nos sirven para alinearnos en cuanto a normas y convivencia.
Además de las reuniones semanales, otra medida organizativa que favorece el trabajo interdisciplinar es que los ámbitos coinciden en el mismo horario, lo cual facilita la docencia compartida según necesidades.
Cohesión de la plantilla: ¿Cuál es el secreto?
El CIFP Tony Gallardo no es una excepción en cuanto a la rotatividad de las plantillas. Sin embargo, como con tantos otros temas, su equipo hace de la necesidad virtud. “Tenemos solo 14 destinos definitivos de una plantilla de 65 profesores. El esfuerzo de acogida es grande, pero vale la pena. Cuando alguien llega, se le explica cómo trabajamos, se le acompaña, y si están a gusto al cabo del año, las comisiones de servicio que se piden en el centro son siempre para la Básica”, explica la directora. Agar, como directora, tiene claro que el objetivo con el profesorado pasa por contagiar y apoyar para que crezcan profesionalmente: “Se intenta que cada proyecto sea un profesor quien lo lidere, para que se empodere, se desarrolle y se sienta respaldado por el equipo directivo” Y a juzgar por los comentarios e implicación de su equipo, lo consiguen.
A menudo, el profesorado que llega a Básica no ha elegido esta etapa y tiene experiencia impartiendo su materia solo en otras etapas. Preguntamos al equipo directivo qué necesidades suele tener este profesorado y cómo las acompañan:
El equipo directivo explica cómo, en los primeros meses, se dedican muchos esfuerzos a “cultivar” tanto al alumnado como al profesorado, y que hasta entrado noviembre no comienza el trabajo por proyectos. A la llegada al centro, el profesorado nuevo recibe una formación inicial explicando el modo de trabajo tanto metodológico como humano. Y en los meses siguientes hay un trabajo importante de acogida del profesorado.
“Lo primero es romper el hito de que lo primero no es el contenido, sino hacer a la persona. Más allá de los objetivos de aprendizaje, nos interesa en primera instancia una calificación humana, que una vez lograda hace que en 2º el alumnado despunte y prospere a nivel profesional y personal”-explica Agar.
“Para cambiar ese chip es necesario recordar a los profesores que no deben centrarse en los contenidos, que el objetivo es que se reenganchen, titulen y sigan haciendo. A veces cuesta entender que eso es lo que pone en la ley”, explica Samuel.
Además, es frecuente que el profesorado novel en la etapa necesite apoyo en la gestión del aula y la convivencia. Para el equipo la solución es actuar y asistir de manera temprana, ayudando dentro del aula si es necesario y apoyando en la gestión de las incidencias hasta que son autónomos.
Agar explica cómo los centros integrados de formación profesional ofrecen un cambio de aires necesario para alumnado que ha fracasado en la ESO. “Cambian de un hábitat que les ha resultado hostil y donde es más fácil que el estigma se reproduzca, cortan el cordón umbilical con la ESO y tienen relación con otros referentes en los que se pueden mirar”.
En la adaptación a la etapa, es esencial romper las etiquetas que el alumnado traía consigo, e intentar dejar las mochilas fuera. El ambiente del centro ayuda a romper con las etiquetas. “Aquí no tiene sentido mantener un rol de malote; aquí los alumnos de Básica son los pequeños a los que todos apoyamos para que vayan a Grado Medio”, comenta una docente.
Todo el equipo coincide en la importancia de forjar una buena convivencia en los primeros meses de curso. “No te voy a engañar. El primer trimestre es complicado”, comenta Samuel Hay que entender quién es quién y cómo llega aquí. A menudo el alumnado no ha elegido su familia profesional, donde está matriculado no corresponde a sus intereses, se desconoce su nivel curricular e incluso su nivel de alfabetización. Además, de manera natural, el alumnado se mezcla solo con quienes le son más afines y es necesario cohesionar al grupo y que se sepan relacionar entre ellos”.
Preguntamos a Alberto, responsable de la convivencia, qué tipo de acuerdos y manera de hacer les funciona: “Es esencial establecer unas líneas rojas e iguales para todos, así como actuar rápido, poniendo consecuencias iguales entre todo el profesorado. Estas consecuencias se acompañan del diálogo, hacemos ver en qué se han equivocado y le damos confianza a quien ha cometido un error en que lo puede revertir”.
Al profesorado también se lo apoya con rapidez: “Cuando un docente presenta dificultades, nos organizamos para darle un apoyo en su aula. Hemos comprobado que al poco tiempo ya no hace falta este apoyo y que el profesorado, al cabo de unos meses, es mucho más autónomo en la resolución de conflictos en su aula; cada vez nos llegan menos chiquillos a Dirección. ¿Cómo se hace? No hay recetas mágicas: ¡hablando mucho!”
En el CIFP Tony Gallardo la resolución de conflictos no es punitiva, sino dialogada. “A menudo el alumnado espera que se van a portar mal, les pondrán un parte y se irán fuera. Sin embargo, aprovechamos estas oportunidades para aprender a través del diálogo, de manera que comprendan cuando han cometido errores, se expresen, dialoguen…”. Esa filosofía no está reñida con unas normas y consecuencias claras: “Ellos entienden que si tienen un comportamiento negativo han de tener una consecuencia, porque ese comportamiento tuvo consecuencias negativas para el resto del equipo”, puntualiza Agar.
Nuestra visita al CIFP Tony Gallardo termina una mañana nublada en la que el alumnado de Básica realiza actividades deportivas en la playa de las Alcaraveas. El evento está organizado por los alumnos de Grado Superior de Animación y Enseñanzas sociodeportivas del CIFP Tony Gallardo.
Parece que las ganas de trabajar por proyectos trascienden las aulas de Básica. Samuel y Agar se acercan brevemente a felicitar al alumnado. La directora inspira orgullo por su centro en cada una de sus interacciones: “Sois la imagen de Tony Gallardo, así que gracias por representarlo tan bien”; tampoco pasa un día sin idear nuevas oportunidades de llenar el CIFP Tony Gallardo de proyectos y vida. En el breve rato que pasamos en la playa deja caer que deberían crear pegatinas con el logo del centro para los kayaks y se pregunta si Fabricación y Montaje podría crear un remolque homologable para transportarlos en el siguiente proyecto.
No cabe duda de que este equipo ha dado en la clave para lograr los objetivos de los Ciclos Formativos de Grado Básico, generando oportunidades, sumando a su equipo a una visión de centro ambiciosa e ilusionante que revierte en orgullo, progreso y oportunidades reales para sus estudiantes.
““A veces parece que cada centro sobrevive a su Básica, mientras que nosotros la disfrutamos”“
Directora del CIFP Tony Gallardo
¿Cómo puede el ejemplo del CIFP Tony Gallardo aportar a tu centro? Te animamos a releer los recuadros destacados para identificar líneas de acción que potencien factores de éxito en la Básica en tu centro y contexto.
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