Este proyecto consiste en organizar un intercambio de cartas por correo tradicional entre alumnos de Grado Básico de diferentes centros educativos y familias profesionales. Se ha realizado con el alumnado de 2º FP Básica de Peluquería y Estética del IES Luis Vives de Leganés y el alumnado de 2º FP Básica de Mantenimiento de Vehículos del IES Felipe Trigo de Móstoles. Durante todo el proyecto el alumnado solo se relaciona a través de lo que se escriben, sin información personal que dé ligar a la identificación de los participantes. Esta comunicación escrita termina con un encuentro en el que se conocen en persona.
Nuestro alumnado de FP de Grado Básico son jóvenes de entre 15 y 18 años, sin titulación, pertenecientes generalmente a colectivos de población en desventaja, con un historial de fracaso escolar, baja autoestima y autocontrol, falta de habilidades sociales y dificultades de interrelación.
A menudo el alumnado se muestra inseguro, dependiente del grupo y, con frecuencia, encuentra dificultades para expresar en palabras lo que sienten y lo que les preocupa.
La posibilidad de intercambiar experiencias con alumnado de otro instituto despierta un interés dormido por actividades que casi no practican en su vida cotidiana; interés por leer (lo que otros escriben para uno) y escribir (para comunicar a otros las propias experiencias).
Con estas actividades fomentamos una comunicación adecuada, enriquecedora y sumativa en un contexto en que la generalización de la comunicación a través del móvil y de las redes sociales condiciona las relaciones interpersonales.
La experiencia se ha llevado a cabo implicando a 40 alumnos de Grado Básico del IES Luis Vives y del IES Felipe Trigo. Lo han implementado sus tutores y sus docentes de Comunicación y Sociedad. Además, ha colaborado un grupo reducido de alumnos del ciclo de Grado Superior de Animación Sociocultural del IES Felipe Trigo.
Para desarrollar este proyecto es indispensable que, como paso previo, el docente establezca contacto con un docente de otro instituto para realizar el intercambio.
Además del tutor del grupo se le puede pedir colaboración y participación a otros docentes que impartan clase al grupo (principalmente al profesor de Comunicación y Sociedad).
Es importante que ambos grupos tengan el mismo o similar número de alumnos, y que estudien el mismo nivel educativo, aunque diferente perfil profesional.
Cada profesor les comenta a sus alumnos el formato de este proyecto y su finalidad última que será la de “conocerse a través de cartas”.
Se inicia entonces un diálogo en grupo sobre las cartas, indagando si saben qué son, si alguna vez en sus casas recibieron alguna, quién la escribió, para qué, a quién. Esto nos ayudará a detectar los conocimientos previos que tienen sobre las cartas.
Se les presenta un “contrato de compromiso” para asegurar que entienden y asumen las normas que tienen que cumplir para el buen resultado de este proyecto.
Insistiremos en que entiendan que solo se relacionarán a través de lo que se escriban. Ambas partes únicamente conocerán estos datos:
Cada alumno de cada grupo se pondrá un nombre o apodo que le identificará durante todo el proyecto. En cada carta lo utilizarán como destinatario y/o remitente según les corresponda.
A uno de los grupos, en clase, se les mostrará el listado de participantes (apodos) del otro grupo para que cada alumno elija a quien quiere escribir.
Una vez concretadas las parejas, el profesor le hará llegar el listado al otro compañero para que así, al conocer el alumno, cuál será el nombre de su destinatario, comience a escribir la carta. (Cada alumno escribirá el encabezado de su futura carta incluyendo ese nombre).
No conviene lanzarse a escribir sin más. ya que el alumnado puede hacer esto por primera vez. Pautas para que el proceso sea didáctico, atractivo y efectivo:
Concepto de carta informal: explica qué es una carta informal, que es un tipo de carta que se escribe a alguien cercano, como amigos o familiares, donde el lenguaje es más relajado y personal que en una carta formal. Explica que, a diferencia de una carta formal, no hay reglas estrictas sobre el formato, pero sí ciertos elementos básicos que deben incluirse.
Estructura: Divide la carta en sus partes esenciales y explícalas una por una:
Por otro lado, también pueden decorar la carta con dibujos o emojis. Con estos pasos, nuestro alumnado no solo aprenderá a estructurar y escribir una carta informal, sino que también practicarán el uso del lenguaje cotidiano de manera significativa.
Una vez concluidas las cartas, se envían por correo postal al centro destinatario en sobre grande donde se guardarán todos los sobres individuales con los nombres de sus remitentes y destinatarios correspondientes.
¡Y quedamos en espera de que llegue la respuesta!
¡Llegó el gran día! El docente recibe las cartas individuales escritas por los chicos del otro instituto y se hace la entrega en mano.
Los alumnos realizarán una primera lectura en silencio de su carta personal para después proponerles leerla en voz alta y compartir con el resto de los compañeros la experiencia y las sensaciones iniciales.
La secuencia de envío y recepción de carta se realizará tantas veces como se quiera o desee, pero recomendamos que al menos se escriban y reciban tres veces durante el curso
Para concluir el proyecto, se realiza el encuentro entre los alumnos en uno de los institutos participantes.
Pedimos ayuda a alumnos de Grado Superior de Animación Sociocultural para que organicen actividades y dinámicas grupales para que los grupos se conozcan. Son estos alumnos los encargados de llevar a cabo dichas actividades (les sirve como trabajo calificable y prácticas de sus estudios).
Gracias al desarrollo de estas dinámicas grupales conseguimos:
El encuentro presencial se convierte en una culminación emocionante del proyecto, donde los alumnos y alumnas finalmente ven en persona a aquellos con quienes han compartido cartas durante tanto tiempo. Este es un momento muy especial que refuerza las relaciones y les ofrece una experiencia única de interacción.
La evaluación la entendemos como un continuo que va desde la detección de necesidades y formulación de objetivos, hasta la elaboración de las propuestas de mejora para el próximo curso. Para una correcta evaluación, tendremos en cuenta los siguientes aspectos:
La consecución de los objetivos planteados se valora positivamente.
Además, a través de esta actividad los alumnos encuentran una vía de expresión personal, de desarrollo de la creatividad y en ocasiones, de autoconocimiento y acción terapéutica en su vida psíquica, ya que pueden ser capaces de expresar y escribir deseos, preocupaciones, intereses, pequeños o grandes problemas, hechos alegres o tristes, etc. Les ayuda a tomar conciencia de su propio yo, de sus necesidades, de su forma de ser, de su propio entorno, al tener que reflexionar sobre estos aspectos, y ponerlos por escrito. Una experiencia como esta además les ayuda a experimentar mayor confianza y seguridad ayudando a superar la timidez o la inseguridad social.
“A través de este proyecto he aprendido a no juzgar a las personas antes de conocerlas. “
Nuestros jóvenes, como todos los adolescentes, son inseguros, dependientes del grupo y, con frecuencia, encuentran dificultades insalvables para expresar en palabras lo que sienten y lo que les preocupa. Sin embargo, necesitan sentirse aceptados por el entorno, y son muy sensibles a las informaciones, directas o indirectas, verbales o no verbales, que reciben de los demás. Es por esto por lo que necesitan desarrollar capacidades para aprender a identificar y gestionar una comunicación responsable, tanto física como digital.
Uno de nuestros objetivos como tutores es la plena incorporación de nuestros alumnos al ámbito social y laboral. Favorecer el desarrollo personal y social de nuestros chavales se plantea como un objetivo básico. Proyectos como este nos permiten acercarnos a la realidad de nuestros chicos y su adaptación a los problemas, dificultades y carencias que se detectan.
Puedes contactar a la docente organizadora a través de:
sonia.rey@iesluisvives.org
twitter: soniareyariza
“Ante todo cultivaremos ese deseo, innato en el niño y la niña, de comunicarse con otras personas, con otros niños, y, sobre todo, de dar a conocer a su alrededor sus pensamientos, sueños y esperanzas. Entonces, aprender a leer, a escribir, familiarizarse con lo esencial de lo que llamamos cultura, representará para él o ella una función tan natural como aprender a andar. “
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